Se entrega la XLIII Presea Vasco de Quiroga al presbítero José del Carmen Cervantes Contreras
El Teatro Emperador Caltzontzin de la ciudad de Pátzcuaro, fue el espacio nombrado por cabildo como recinto oficial para la entrega de dicho galardón.

Pátzcuaro, Mich.- En el marco del 491 aniversario del nombramiento de Pátzcuaro como Ciudad de Michoacán, se realizó la sesión solemne de Cabildo donde se otorgó la XLIII Presea Vasco de Quiroga al presbítero José del Carmen Cervantes Contreras, en reconocimiento a su destacada labor pastoral y social en favor de la comunidad.
El Teatro Emperador Caltzontzin de la ciudad de Pátzcuaro, fue el espacio nombrado por cabildo como recinto oficial para la entrega de dicho galardón, donde acudieron representantes de los tres poderes del Estado, autoridades religiosas, diputados, regidores, funcionarios municipales, asociaciones civiles y ciudadanía en general.
Durante su mensaje, Julio Arreola destacó que esta presea representa “el reconocimiento más alto que el pueblo de Pátzcuaro entrega a quienes con su vida y obra contribuyen al bienestar social, cultural y espiritual de nuestra ciudad”. Asimismo, subrayó que el padre Carmelo, como es conocido, ha dejado una huella imborrable en la vida de muchas familias, al recomponer lazos comunitarios, fortalecer la fe y promover la reconciliación.
El presidente municipal recordó que la entrega de la Presea Vasco de Quiroga forma parte de las acciones con las que cada año se celebra el aniversario de la ciudad, destacando que este reconocimiento honra la memoria del primer obispo de Michoacán, Tata Vasco, símbolo de humanismo, educación y justicia social.
Por su parte, el presbítero José del Carmen Cervantes expresó su gratitud por recibir esta distinción, señalando que más allá de un reconocimiento personal, representa un homenaje a la Iglesia y a todas las comunidades que han trabajado a su lado: “Mi único anhelo siempre ha sido servir a Dios y a mi comunidad. Recibo esta presea con humildad y la ofrezco como testimonio de fe, unidad y esperanza”.
La sesión solemne concluyó con la ovación de los presentes, quienes celebraron la trayectoria del padre Carmelo, reconociéndolo como un verdadero pastor cercano a la gente y un ejemplo de servicio a la sociedad.